Tras haber visto en clase esta leyenda, vemos interesante darla a conocer.
¿Qué es el Papamoscas?
El Papamoscas es un autómata que marca las horas. Se trata de una figura
de medio cuerpo que se asoma sobre un reloj. Su mecanismo es el
siguiente: todas las horas en punto abre la boca al tiempo que mueve su brazo derecho para accionar el badajo de una campana. El mejor momento para ver en marcha al autómata es a las doce del mediodía,
cuando da doce golpes y abre y cierra doce veces la boca (probablemente
de ahí le venga el nombre, ya que recuerda al pájaro que espera la
entrada de alguna mosca). En una balconada anexa se encuentra el Martinillo, una figura más pequeña y de cuerpo entero, que da los cuartos y las medias.
Se
cuenta que la figura fue una obra que encargó el rey Enrique III “El
Doliente” (1379-1406), así apodado por su mala salud, el cual
acostumbraba a ir a rezar todos los días a la catedral. Un día, mientras
estaba inmerso en sus pregarias, advirtió la presencia de una hermosa
joven. El rey la siguió.Esta escena se repitió durante mucho tiempo,
aunque la timidez del monarca impidió que se dirigieran la palabra. Un
día, la misteriosa joven dejó caer un pañuelo al paso del rey, quien lo
recogió y se lo devolvió en silencio. Al desaparecer la mujer detrás de
la puerta, el rey escuchó un doloroso lamento que se le quedó grabado en
la memoria. A partir de entonces, la muchacha no volvió a aparecer, y
el rey, desesperado, la buscó por todos los rincones del templo, y,
cuando trató de saber algo acerca de ella, le informaron que en la casa
donde había visto que entraba todos los días, hacía muchos años que no
vivía nadie, ya que todos sus habitantes habían fallecido víctimas de la
peste negra. Para retener la visión de la joven el rey encargó que se
fabricara un reloj para la catedral, y que una figura reprodujera los
rasgos de la muchacha y que, al sonar las horas, lanzase un gemido como
aquel que había escuchado. Pero el artífice no logró siquiera
aproximarse a la belleza que le había descrito el monarca, y al
reproducir el lamento lo que sonaba era una especie de graznido, lo que
motivó que años después se silenciar
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